Por: Alejandro Irazabal a 13 de mayo de 2021

El éxito del experimento que realizó el grupo barcelonés Love of Lesbian impulsa a varios festivales españoles a (intentar) reunir a miles de personas sin guardar distancia. Otros certámenes, más cautelosos, posponen un año más sus ediciones o realizan ciclos de conciertos con público sentado. Repasamos las medidas y la actualidad de varios de los festivales del panorama nacional para sus ediciones de este verano.
Las ganas que tenemos de bailar, cantar hasta perder la voz y de hacer planes con nuestros amigos está cada vez más presente. Un año y dos meses desde la irrupción de la pandemia, esta situación nos ha desgastado de manera notable. Sin embargo, se empieza a ver la luz al final del túnel: la vacunación sigue a buen ritmo y las medidas van moderando su nivel de restricción. Estas buenas noticias traen consigo la vuelta de una de las atracciones favoritas de ocio de la juventud española: los festivales de música.
Prueba de esto es que en 2019 se realizaron en nuestro país mil certámenes musicales. De igual manera no podemos obviar el gran impacto económico que dejan estos. En 2018, los festivales dejaron un impacto de más de 5.600 millones de euros, generando unos 300.000 puestos de trabajo. El sector cultural y del espectáculo ha sufrido enormemente desde el principio de la pandemia y afortunadamente se está revirtiendo esta situación.
Apenas un mes queda para el verano y los promotores de estas citas empiezan a aclarar si se celebrarán o no las grandes fechas de verano para muchos de los jóvenes españoles. De momento podemos ver tres escenarios:
- Aquellos festivales que se van a celebrar sin distancia de seguridad como el Festival Cruïlla de Barcelona.
- Los festivales que realizarán ciclos de conciertos, como el gallego Atlantic Fest o la reinvención del Primavera Sound con sus Nits del Fòrum.
- Y la posposición de los certámenes.
Nos sorprende el modus operandi que el Festival Cruïlla va a llevar a cabo en su edición de este verano. Una edición libre de distancias de seguridad, sin espacios delimitados para los asistentes y con libertad de movimiento, eso sí, con mascarilla. Esto será posible con la complementación de test nasales de antígenos diarios por parte de los asistentes (25.000 personas de aforo máximo) que pronto se comercializarán en farmacias a bajo coste. Además de este gran festival de la ciutat condal, se tienen planeados además el Vida Festival y el Canet Rock con medidas similares en el territorio catalán. En nuestra zona también podremos disfrutar de uno de los más grandes y famosos festivales del panorama nacional, el Sonorama Ribera. En este caso, el certamen ribereño acogerá entre 2.500 y 5.000 personas diarias en jornadas de diez conciertos por día.
Por otro lado, varios de los festivales han dado un giro para poder dar al público una dosis de ‘normalidad’ con la música en directo. Conjuntos de conciertos (con distancias, aforos limitados, etc.) bajo el hilo conductor del festival para atraer al público y manteniendo su imagen de marca.
Este es el caso del gran festival internacional Primavera Sound que por segundo año consecutivo nos presenta las Nits del Fòrum. A lo largo de todo el verano, la organización del festival nos traerá, con sus propias palabras: «una colección heterogénea y estilísticamente diversa en sintonía con el espíritu inclusivo del ciclo».
El festival Atlantic Fest desarrollará en julio un ciclo de conciertos similar en la ciudad gallega de Vilagarcía de Arousa con grandes nombres de la alternativa española como Lori Meyers, La Habitación Roja o Dorian.
Este formato de celebración de festivales está teniendo mucho éxito en ciudades en los que ya se están llevando a cabo iniciativas como esta. Por ejemplo, en Burgos se está celebrando una edición del festival urbano Tribu Festival con una serie de conciertos en el Teatro Principal de la ciudad con su edición ‘Entre Candilejas’. Una muestra de que la cultura es segura y señal además de las ganas que tiene el público por ir volviendo a la ya lejana normalidad.
Por último están los festivales que han vuelto a decidir posponer sus ediciones un año más esperando que para entonces la situación pandémica esté casi finalizada o sea anecdótica. Sorprende ver que en esta categoría se encuentran los más grandes festivales de nuestro país. Certámenes que atraían a decenas de miles de personas, con estrellas internacionales y miles de turistas también internacionales han decidido esperar a 2022 para reanudar sus muy esperadas celebraciones. Grandes nombres como el Arenal Sound, el Festival Internacional de Benicàssim (FIB), el MadCool, el BBKLive o el Sónar han decidido poner de fecha 2022 para sus próximas ediciones esperando volver a celebrar como se merece estos festivales.